Todos conocemos a Elon Musk por sus locas ideas sobre la tecnología. Y por sus inusuales declaraciones públicas sobre teorías de la conspiración, como esa vez que dijo creer que vivimos en una especie de simulacro. Una Matrix, en pocas palabras.
Pero eso no es lo único por lo que Musk ha ganado popularidad en redes. Además de su irreverencia, carisma, y proyectos más populares (PayPal, Tesla y SpaceX) ha fundado proyectos menos mediáticos, pero muy importantes para el desarrollo tecnológico, como Open AI y Neuralink.
Fundada en 2016, Neuralink pretende desarrollar una tecnología capaz de leer la mente. Su objetivo general es crear dispositivos que ayuden a personas paralizadas a controlar smartphones o computadoras con la mente. Y los primeros avances de la investigación se han hecho públicos.
En una conferencia que ofreció Musk la noche del martes 16 de julio, presentó un aparato compuesto de delgadas fibras que se insertarían directamente en el cerebro. Y junto a eso, un robot que colocaría los filamentos en el tejido cerebral de forma automatizada.
La fibras tienen una longitud de 4 a 7 micrómetros (un micrómetro equivale a la milésima parte de un milímetro y se abrevia μm). Eso las hace considerablemente más delgadas que un cabello humano. Por otra parte, el robot diseñado para insertar las fibras en el cerebro está cuidadosamente programado para no dañar los vasos sanguíneos.
Estos dispositivos traerían dos grandes ventajas, si los comparamos con la tecnología usada actualmente: mayor flexibilidad en los hilos conectados al tejido cerebral, y la capacidad de transferir una mayor cantidad de información.
Musk resaltó que el desarrollo de estos dispositivos no debería alarmarnos. “Que Neuralink haya desarrollado esta red neuronal no significa que vaya a tomar el control de nuestros cerebros,” dijo. En última instancia, Musk busca “lograr una completa simbiosis entre el cerebro y la IA.” Por último, resaltó que “somos cerebros en una cubeta, y esa cubeta es nuestro cráneo.”
Después de todo, hasta ahora los artefactos presentados la noche del martes sólo han sido probados en ratones de laboratorio. Quién sabe, igual y ellos también tienen cosas interesantes que decirnos.
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