¿Por qué? Porque a diferencia de cuando cumplimos 20, en los 30, las preocupaciones por nuestro cuerpo y salud se convierten en pensamientos más frecuentes.
1. Dile NO a la flojera. Tu cuerpo ya no es el mismo, ahora tienes que enfocarte un poco más en él, porque ya le cuesta más trabajo cuidarse por si solo. Piensa que el ejercicio no sólo te ayuda a mejorar tu salud, sino a desestresarte de las tensiones diarias. Los ejercicios aeróbicos te ayudarán a evitar la flacidez. Además, debes tomar en cuenta que después de los treinta, los cartílagos de los huesos pierden elasticidad, se endurecen y la circulación sanguínea se vuelve más débil, así que el ejercicio te ayudará a mantenerte sano.
2. Evita los dulces. Cuando llegas a la tercera década repentinamente empiezas a engordar, sobretodo el área abdominal, así que es mejor reducir al mínimo el consumo de azúcares refinadas para que la situación no se agrave año con año. Así también disminuye la ingesta de alimentos como pasta, arroz, pan, etcétera.
3. Evita las grasas. ¿Cuántos consejos sobre evitar las grasas escuchaste desde los veinte? ¿Les hiciste caso? ¿No? Pues ahora es el momento perfecto para hacerlo, porque 10 años después, es más fácil que los alimentos grasosos te caigan pesados, con lo que sólo lograrás un rápido y constante daño estomacal.
4. Evita tomar demasiado alcohol. No puedes negar que las "crudas" ya no las aguantas igual que hace diez años, así que "pasarte de copas" no resultará más que en un terrible día, donde el dolor de cabeza, los mareos y el asco reinarán.
5. Evita la deshidratación. A estas alturas necesitas purificar tu cuerpo de todas las impurezas y toxinas que pueda tener. Recuerda que ya no es una opción, es una necesidad. Un hábito que te ayudará a mantener un peso adecuado, una piel tersa y te ayudará también, si estás siguiendo una dieta, porque disminuye el apetito.
6. Evita la chatarra y sigue los consejos publicitarios: come frutas y verduras. Sí, ya mencionamos que debes alejarte de los dulces y las grasas, pero tu enfoque debe ser sobre lo que ingresa a tu organismo, así que evita la comida chatarra y preocúpate por ingerir alimentos como verduras, semillas y frutas. Porque cuando llegamos a "los nuevos veintes" el metabolismo cambia yel estómago se hace más lento, así que comiendo mucha fibra podemos activarlo nuevamente.
7. No te desveles. ¿Te quieres ver siempre joven? La mejor manera de lograrlo es durmiendo. El sueño es la forma más efectiva de regeneración que existe, porque por la noche se liberan hormonas para mantener la salud, pero a los treinta el proceso se vuelve más lento, así que hay que fomentarlo durmiendo adecuadamente.
8. Dile adiós a los malos hábitos. La edad a la que estás entrando es la mejor etapa para dejar atrás todas esas costumbres, que sabes, que no te benefician en nada, como el tabaco, el alcohol, la pereza o cualquier otro vicio. Esta es tú última oportunidad de retrasar o evitar enfermedades asociadas con el abuso de estos. Además, te ayudará a retrasar el envejecimiento.
9. ¡No le saques a las citas con el doctor! Tú lo notas, tu cuerpo no es el mismo. Y si antes te enfermabas y pensabas que "solito se quitaba", ahora no es igual. Es tu responsabilidad realizar visitas periódicas al médico, porque ¿cuándo fue la última vez que fuiste al médico? ¿Te has tomado la presión arterial? ¿Sabes cómo está tu colesterol? ¿Sabes tus niveles de glucosa? ¡¿No?! Pues es el momento de descubrirlo, para que lleves un control antes de que se presente un problema grave.
10. No desperdicies el dinero. ¡Ahorra! Si sigues gastando cada centavo sin guardar aunque sea un poco, no podrás asegurar tu vejez. La riqueza a largo plazo es algo en lo que todos debemos trabajar. Si a los 30, esto aún no es razón suficiente para que cada mes guardes un poco de dinero, piensa entonces en los imprevistos o emergencias que puedan suceder en el camino, en los cuales requerirás dinero en efectivo.
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