No dormir lo suficiente puede poner a algunas personas en riesgo de mucho más que estar somnolienta al día siguiente, según un nuevo estudio.
Las personas de mediana edad con presión arterial alta, diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular podrían tener un mayor riesgo de cáncer y muerte prematura si duermen menos de seis horas por noche, informaron investigadores el miércoles en el Journal of the American Heart Association .
Específicamente, las personas con presión arterial alta o diabetes que dormían menos de seis horas tenían el doble de riesgo de morir de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular en comparación con las personas que dormían seis o más horas. Las personas privadas de sueño con antecedentes de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular tuvieron un riesgo tres veces mayor de morir de cáncer durante el estudio que abarcó tres décadas.
"Nuestro estudio sugiere que lograr un sueño normal puede ser protector para algunas personas con estas condiciones y riesgos de salud", dijo el autor principal del estudio, Julio Fernández-Mendoza, en un comunicado de prensa. Es profesor asociado en la Facultad de Medicina del Estado de Pensilvania y psicólogo del sueño en el Centro Médico Milton S. Hershey de Penn State Health en Hershey.
Pero se necesitará más investigación para determinar si aumentar el sueño a través de terapias médicas o conductuales podría reducir el riesgo de muerte prematura, dijo Fernández-Mendoza.
El estudio analizó a más de 1,600 adultos que fueron categorizados en dos grupos. Uno tenía presión arterial alta en etapa 2 o diabetes tipo 2. El otro tenía enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
Los participantes fueron estudiados en un laboratorio de sueño durante una noche entre 1991 y 1998. Luego, los investigadores rastrearon su causa de muerte hasta finales de 2016. En ese período, 512 personas murieron, un tercio de ellas por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular y una. cuarto de cáncer.
Fernández-Mendoza dijo que una mejor identificación de las personas con problemas específicos de sueño podría conducir a un mejor tratamiento.
"La corta duración del sueño debe incluirse como un factor de riesgo útil para predecir los resultados a largo plazo de las personas con estas afecciones de salud", dijo.
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